PUNTA ALTA
18 de Abril de 2024

OPINIÓN

Feminismo en la música: la boca afilada y la mente atenta para luchar

17 de Abril de 2018

Por Javier Tucci, periodista puntaltense radicado en Buenos Aires.

Andrea Alvarez

Luego del paro internacional de mujeres del último #8M y de la instalación en la agenda mediática que está teniendo su lucha en los primeros meses del año, charlamos con varias exponentes de diferentes géneros de la música popular argentina (Andrea Álvarez, Lula Bertoldi de Eruca Sativa, la folclorista Milena Salamanca y Julieta Laso de la Orquesta Típica Fernández Fierro), para que nos cuenten qué piensan sobre el aborto legal, seguro y gratuito, la igualdad salarial, los abusos y la discriminación en el ambiente de la música, entre otros temas.

Escucho voces féminas e inevitablemente vuelo hacia el sonido de una caja, al latir de la tierra, al seno de la madre vida. Y cuando digo vida me refiero a lo que ellas sienten, piensan y atraviesan como minas en este mundo donde impera el machismo, que no es otra cosa que un artilugio de un sistema de dominación de matriz patriarcal. Un fascismo que se cobra vidas a cada segundo por no tener en cuenta precisamente esas vidas, esas decisiones que sólo ellas pueden tomar con sus cuerpos. Y no sólo me refiero a las miles que mueren por un aborto ilegal, sino también a ese estar expuestas a la demencia machota, que no tolera la igualdad, y por eso les pagan menos o invisibilizan el trabajo doméstico, les exigen ser flacas, lindas y estar siempre predispuestas, las acosan en la calle, las golpean, las ultrajan, las violan, las matan.

Desde hace siglos el mundo muestra una imagen sobre las mujeres siempre sujeta a lo que el hombre impone o necesita, algo así como la segundona de la historia. Pero, como no todo tiempo por pasado fue mejor, e influenciadas por la lucha de aquellas que se animaron a romper los moldes del machismo (Simón de Beauvoir; Frida Kahlo, Rosa Luxemburgo, Dolores Ibárruri; Nina Simone, Chavela Vargas; Amparo Ochoa; Alfonsina Storni; Alejandra Pizarnik, María Elena Walsh, Miriam Makeba y tantas otras a lo largo y ancho del planeta), las mujeres del HOY se abalanzan como una gran marea, dispuestas a no pedir permiso nunca más para SER. Y no ocurre solo en nuestro país, pionero en esta lucha que se extiende por todo el globo, sino que el virus del feminismo se esparce a partir de la concientización de esas que despiertan a cada segundo, a partir de las marchas multitudinarias y movimientos como el #NiUnaMenos o el #MeToo, para exigir el fin del patriarcado.

En este clima de lucha que busca construir una sociedad más justa e inclusiva,  estas cuatro músicas pusieron en palabras lo que sienten en su ámbito laboral artístico como testimonio de que es posible construir entre todxs el arquetipo de una nueva sociedad donde nadie sea más que nadie, donde todxs tengamos igualdad de derechos y de género y donde el empoderamiento de esos derechos sean la batalla ganada por sobre el poder poronguero.

Andrea Álvarez (baterista y cantante). Fue parte de Rouge, el primer grupo integrado por mujeres en nuestro país, antecedente directo de Viuda e Hijas de Roque Enroll; también colaboró con Charly García, Soda Stereo, Attaque 77 y Divididos, entre otros. En la actualidad  está al frente de un power trío que la rompe.

Sabemos que estás al frente del proyecto documental “Las chicas están bien”, con la dirección de Augusto Monk. ¿De qué va dicho laburo y qué le va a aportar al escenario de visibilización de derechos de las mujeres y al ámbito del rock, teniendo en cuenta su machismo histórico?

El proyecto es un documental en primera persona, es decir, desde mi historia (empecé activamente a fines de los 70 y no paré nunca más), para recorrer la historia de la mujer en la escena de rock local. No es un catálogo, no es una enciclopedia por orden alfabético, no es un reportaje televisivo, sino encuentros donde se va a hablar entre colegas de cómo fue y es ser parte de la escena en el correr de los años y las décadas. Planeo encuentros musicales, charlas, material de archivo, una juntada con bateristas mujeres y varias cosas más.

El tema de la mujer en el rock es mi tema desde siempre porque lo registré siendo adolescente, o sea, registré que no era común. No se hablaba de eso, pero me daba cuenta de que muchas cosas pasaban (o no pasaban) “por ser mujer”. No es algo diferente a lo que pasa socialmente, teniendo en cuenta que el rock o cualquier manifestación popular y sobre todo artística, es un espejo de la sociedad y sus costumbres, cultura, códigos etc.

Lo que aporte o no, lo sabremos después. Lo que sí sé es que va a ser algo diferente a todo lo contado hasta ahora que, en general, es contado por varones desde su perspectiva de la situación y, específicamente en el rock, la palabra “feminismo” prácticamente no era usada hasta este año, al menos en voz alta. Desde nosotras mismas no era dicha, no hablo de mí ni de algunos pocos casos puntuales que lo hemos dicho y padecido las consecuencias por ello.

¿Participaste de la marcha del #8M? ¿En el corto plazo, ves posible que se materialicen algunos de los puntos centrales que se plantearon en el petitorio, sobre todo la garantía de que el Estado brinde el acceso a un aborto público y seguro?

Este año no fui, considero que participo todo el tiempo en la causa desde hace décadas y me pone feliz ver adolescentes sintiéndose identificadas con la causa y felices de ser parte de una lucha. Mi generación vivió explicando cosas básicas sobre el feminismo hasta ayer a la tarde. Eso cansa bastante, aburre pero nadie baja los brazos por suerte.

Lo que se plantea en la marcha es lo mismo que hace añares, como la necesidad urgente de la legalización del aborto y la igualdad de la mujer en todos los ámbitos, se reclama por políticas urgentes y efectivas para con temas como la violencia doméstica, la trata, etc. todo lo de siempre, solamente que este año se vio más en los medios. Ahora se visibiliza por suerte la diversidad sexual y su aceptación y respeto; se reclama por la igualdad de derechos al respecto  y desde hace tiempo también se pide visibilidad del trabajo sexual, dándole el trato de “trabajo” que corresponde. El feminismo es eso: un movimiento que busca mejorar el mundo, empoderar a las minorías y decir fuerte lo que esta cultura calla. Mujeres que decían “yo no soy feminista soy femenina” este año pronunciaron el “soy feminista” y muchas se definen en sus perfiles de redes sociales como ‘feministas´…está genial, es hermoso. Ahora bien, hay que laburar, hacer que los hechos sean reales y no distraernos en la anécdota y en muchos espejitos de colores que quiere mostrarnos el poder para distraernos.

¿Cómo sentís que vive la revolución feminista el ambiente de la música en general y los hombres músicos en particular?

Los varones van aprendiendo como también nosotras, teniendo en cuenta que está tan naturalizado ser minoría, con todo lo que esto implica; lo más sano es replantearse todo, todo el tiempo, no creer que por ser rockero o artista uno tiene mentalidad inclusiva de avanzada porque es obvio que no es así. Últimamente se ven muchos ejemplos de artistas conservadores, con miles de prejuicios (quizás por este motivo la música es tan aburrida).

No veo, como vos decís, una “revolución feminista”, sí que se habla más fuerte, que no es lo mismo. Esta lucha lleva décadas y no es por magia que suceden las cosas. Decir en voz alta es el primer paso para cambiar, pero falta mucho.

El público para mi es fundamental, la gente es la que compra tickets y genera sustentabilidad en la escena. La mayoría de las mujeres tiene proyectos independientes que no pueden competir con los populares si no se visibilizan. Si las chicas no gustan de, no se interesan por las artistas mujeres y, de esta manera, nosotras no podemos generar shows (producir un show cuesta bastante plata y trabajo). Por eso el público es el que genera que los productores y programadores se interesen por artistas: llevan gente = los ponemos en la grilla. No creo que tenga que ver con la calidad, eso está probado, la gente tendría que gustar de artistas mujeres en el rock y buscarlas, aceptarlas y por ahí eso conduciría a un cambio en la escena.

Una canción que sintetice lo que significa el feminismo…

El feminismo es imposible de sintetizar, es un movimiento muy amplio con muchos puntos de vista sobre los mismos temas y en el rock muy pocas artistas escriben desde ahí. Puedo nombrarte temas míos que son los que más conozco, por ejemplo si vamos a hablar del aborto ‘sos un ángel’; si hablamos de abusos ‘tierra colorada’; si hablamos sobre romper paradigmas establecidos ‘esa belleza’; si hablamos de despertar y asumir control sobre nuestras vidas ‘¿dormís?’; si hablamos de sobrevivir a un pasado  difícil ‘se pudre todo’; si hablamos de unirnos para ir a un futuro mejor ‘vamos viendo’. Y podría así seguir nombrando muchas de mis canciones porque escribo desde ser feminista.

Lula Bertoldi

Lula Bertoldi (Guitarrista y Cantante de Eruca Sativa). Música santafesina de 32 años, mamá, cantante y violera de Eruca Sativa, una de las bandas de rock más prometedoras de los últimos años en nuestro país. Junto a sus compañerxs, Brenda Martin y Gabriel Pedernera, grabaron en 2016 su cuarto disco “Barro y Fauna”, trabajo que giraron por todo el país y diferentes escenarios de Latinoamérica.

Este año el aborto legal, seguro y gratuito se puso en agenda y llegó al Congreso. ¿Qué opinión tenés sobre el tema y cómo sentís que lo recibe la sociedad?

Considero que nos debemos un debate social serio, con respeto y con empatía. Estamos en un momento de resquebrajamiento, donde se caen viejas posturas, mandatos y tradiciones que ya tienen olor a rancio, que ya no van, que están fuera de lo que necesitamos como sociedad. La temática puntual del pedido de Aborto Legal es parte de este conjunto de necesidades que la sociedad solicita para dar vuelta de página a este nuevo momento histórico. Y no hablo solo de Mujeres, hablo de todos como sociedad. Este pedido, no es solo por el hecho de parar definitivamente con las muertes de miles de mujeres que deciden no continuar con un embarazo, sino por la toma de conciencia de que cada una tiene el derecho de hacer con su cuerpo lo que quiere. Si a Usted Señor, Señora, le parece que la práctica del aborto esta “mal”, no lo practique, no lo promulgue, está en todo su derecho. ¿Pero por qué obligaríamos a toda una sociedad a vivir bajo los parámetros morales, religiosos, culturales de un grupo de personas? No pedimos Aborto Obligatorio y Universal, pedimos la legalización de una práctica sanitaria que está implicando muertes y el fin de un negocio ilegal, clandestino y con precios inaccesibles para el segmento social que más lo necesita.

¿Cómo se planta una mujer música al machismo del rock?

Dejemos en claro que el machismo es social, tiñe a todos los ámbitos y el rock (o el ámbito de la música) es solo uno de ellos. En varios otros ámbitos muchas mujeres la pasan bastante peor. Imagínate una mujer que quiere ser directora técnica de un equipo de fútbol, o en el mismo ámbito del rock una mina siendo manager… es dificilísimo, porque todo se tiñe de una subestimación tremenda, hay que pagar un derecho de piso por muchísimo más tiempo o pasar muchas situaciones por las que un hombre jamás pasaría, solo por el hecho de ser mujer. Ya ni depende si sabes más o menos, si tenés más aptitudes o estudiaste el triple, la mujer siempre paga el derecho de piso de entrada por ser mujer.

¿Cómo viviste el 8 de marzo pasado?

Con muchísima alegría de ver tantas mujeres y tantas muy jóvenes marchando. Siento que es un momento de apertura total, de muchas mujeres queriendo entender, comprender y abrazarse. Necesitamos entendernos PRIMERO entre nosotras, tratar de empatizar con mujeres que se dedican a diversas actividades y tienen distintas formas de ver el mundo. Creo que charlando nos daremos cuenta que todas sufrimos las mismas cuestiones, que todas hemos pasado por situaciones aberrantes y sin embargo fueron y son normalizadas por la sociedad, que todas hemos tenido que ceder ante una sociedad machista. Más allá de lo que hagamos, nos unimos en ese sentimiento común de que todo TIENE que cambiar…

¿Te sentís feminista, por qué?

Sí, me siento y me declaro feminista desde hace relativamente poco, desde que empecé a leer más, a juntarme y hablar con más mujeres, a que me toquen situaciones muy de cerca, desde que empecé a defender ciertas causas que siento muy propias. Nadie nace siendo feminista, creo que es algo que debemos ir charla a charla incorporando. “El Feminismo es para todos” dice un libro de Bell Hooks, y creo fuertemente en eso, en que nos hace bien como sociedad, en la búsqueda de la equidad. El Feminismo NO ES la contracara del machismo, eso sería hablar desde la ignorancia, sin indagar en los fundamentos del feminismo.

Milena Salamanca

Milena Salamanca (cantante folclórica). La joven platense de 24 años de edad, quien forma parte del nuevo cancionero del folclore argentino, recorre el país y el mundo con su bagayo de músicas andinas llevando aire fresco y femenino, dentro de este género que alguna vez gozó de buena salud machista. Hasta se animó a denunciar la violencia represiva del gobierno de Mauricio Macri contra el pueblo Mapuche, nada más y nada menos que en el escenario número uno del folclore argentino, en Cosquín.

¿Sigue siendo machista el folklore argentino, ves ese resabio de sexismo en letras actuales o ha cambiado un poco?

Si, totalmente, existe un cierto dejo de machismo general en todas partes. En la programación de los festivales, en las letras, en la poca inclusión en general. Son contados con la mano la cantidad de mujeres que representan la música popular, el folklor o cualquier tipo de expresión. Pero bueno, reconozco que hay un cambio consiente en varias situaciones que antes eran muy cosificantes hacia la mujer o, en mi caso, tenía que cuidarme de no hacer x cosa para no quedar como una cualquiera. Es un debate latente y constante a donde sea que voy, y muchos dicen que el machista es sólo el violento físico, pero el verbal genera daños psicológicos mucho más graves y lo triste es que no se dan cuenta hasta que alguien se los hace ver o lo reconocen. Las letras en su mayoría son sexistas o muestran a la mujer débil. Hoy por hoy cuesta encontrar temas que hablen desde ambos géneros, sobre todo que hablen de amor y no sean sólo dirigidos a “ella”. Por mi parte trato de hacer un aporte consiente para que vaya cambiando.

¿Qué opinás sobre la gran deuda de la paridad salarial?

En el ámbito laboral en el que me desempeño no  lo sufro tanto, porque la cuestión de mi género no tiene que ver con lo que gano como sueldo, porque en realidad ese sueldo tiene que ver más con mi trayectoria, por cuan conocida soy o no, cuántos tickets corto o no en un festival. Entonces podría decir que el arte está sobreevaluado y, a la vez,  no tiene valor exacto. Porque por ejemplo un médico tiene unos honorarios equis por mes, donde se sabe que cobra eso y punto. En cambio, nosotros no tenemos un mínimo que digamos ‘mi arte vale esto’; generalmente el precio se modifica frente a la demanda o no del artista y no es tanto por una cuestión de género, sino más bien por una cuestión de demanda.

Sí he visto, por ejemplo, que en la doma de Jesús María años atrás una mujer ganó la jineteada y en vez de darle el premio que le entregan siempre a los hombres, que eran no sé cuántos ciento de miles de pesos, le entregaron una cocina. Una situación extremadamente injusta y alevosa. Soy consciente que en otros ámbitos laborales la cosa es más injusta.

¿Cómo viviste el 8 de marzo pasado? ¿Te sentís feminista, por qué?

Tengo 24 años y hace aproximadamente cuatro que comencé a tener conciencia sobre el respeto hacia una misma en colectivo, que es lo que más me sorprendió. Este es el cuarto año consecutivo que voy a la marcha del #8M, todos los años aprendo algo diferente. Lo que me queda pendiente es ir al encuentro de mujeres, siempre que quiero organizarme para ir estoy de viaje trabajando.

Me siento feminista, y tal decisión hasta me ha traído problemas con mi familia que, si bien la amo con mi vida, no deja de ser tradicional y machista. Y cuando digo esto me refiero que en mi familia piensan que la mujer debe estar en la casa, sirviendo, dedicándose al marido y a los hijos. Por eso y otros motivos me siento en la vereda de enfrente, sobre todo por ser mujer en una familia que tuvo cinco hijos, tres mujeres y dos hombres y, a nosotras por ser mujeres, nos tocó responder siempre a lo supeditado por ese mandato patriarcal. Estoy en contra de esa forma de vida y es a través de sentirme feminista que me siento libre.

Buscamos paz, justicia y respeto, en un mundo lleno de etiquetas y prejuicios morales que justifican la violencia de género. Ser feminista no es ser violenta contra un hombre, si no enseñarle al otro nuestro derecho de igualdad y respeto antes situaciones violentas donde la cosificación de la mujer ya es un cliché.

Julieta Laso

Julieta Laso (Cantante en Orquesta Típica Fernández Fierro). Esta cantante y actriz porteña de 36 años reúne la fuerza que el nuevo tango del siglo XXI necesitaba, con una voz que parece rescatar el lado Tita Merello y lo más Dark de la vida. Femenina y arrabalera por donde se la mire y escuche, forma parte de una de las orquestas de tango más consagradas de los últimos 15 años, La Fierro. Que también es un colectivo comunitario y autogestivo que no para de crecer, siempre enfocado a brindar herramientas de sostenimiento al arte porteño, sea desde el Club Atlético Fernández Fierro (CAFF) o la Radio que funciona en el mismo club social y cultural. En la actualidad también lleva adelante su laburo solista.

¿Cuál es tu mirada sobre cómo impactaron los cambios logrados respecto a la lucha por los derechos de la mujer en el ambiente de la música?

Supongo que los cambios que la lucha feminista está logrando en la música, un espacio plagado de machismo, son los mismos que están provocando en todos los ámbitos de la sociedad. Que las mujeres se animen a visibilizar a no aceptar lo que hasta hace muy poco era aceptado (los abusos, la falta de espacios, la falta de igualdad, la violencia, etc.). Por otra parte, esta lucha viene de larga data y muchas mujeres han dejado su vida en ella. Por lo tanto ellas son parte fundamental de este cambio de paradigma, como también las voces que se escuchan hoy o el colectivo Ni una menos, que tanto hace y que de hecho ocupa un lugar clave en el mundo.

El cambio de paradigma debe darse ya, porque es triste pensar que a esta altura tengamos que salir a las calles a pedir que no nos maten, que no nos violen, que nos den igualdad de derechos, que no se puede negar la sociedad machista en la que vivimos, que no se puede negar que las mujeres abortamos, y que sólo las pobres deben pagar con vida aquello, con lo cual estar en contra del aborto legal es estar a favor del aborto clandestino. Que es ridículo escandalizarse por los modos o las palabras que las distintas mujeres feministas utilizan, o llamarlas feminazis, cuando lo que en realidad es escandaloso es la antigua y actual violencia machista y las muertes de mujeres por violencia de género.

¿Cómo viviste el 8 de marzo?

Lo viví pensando y reafirmando que la lucha feminista es lógica, es urgente, es necesaria y es inevitable. Creo que es tiempo de escuchar, de escuchar  a las mujeres.

¿El nuevo tango del que formas parte, rompe con el machismo del tango tradicional?

El machismo es una peste que nos afecta a todos, hombres y mujeres y está en todas las esquinas, incluso dentro nuestro y esa es una batalla diaria que hay que plantearse con uno y con los demás. Lo que parece normal no está bien, hay que cambiarlo y el tango no está fuera de eso. En La Fierro canta una mujer, ahora se sumó Julia Tesla en violín y lo celebro y básicamente las composiciones, las letras, no tienen ningún contenido machista.

Una canción que sintetice lo que significa el feminismo…

Mulher do Fim do Mundo de la cantante y compositora brasileña Elza Soares.

Billie Holiday

Género-musical-femenino. Fueron las mujeres negras del jazz de la década del ’20 y el ’30, como Billie Holiday, Ma Rainey y Bessie Smith, quienes se encargaron de poner sobre el tapete y sin pelos en la lengua, lo que ocurría en los ambientes blancos de la música. Y lo hicieron contra género y color desde sus voces irremplazables, entonando y desgarrándose en canciones sobre problemáticas que afectaban a las mujeres negras.

A partir de los años ’50 y ’60 la mujer comenzó a tener un peso inusitado en el arte musical, a la cabeza de cantantes, tríos y cuartetos que se formaron alrededor del soul (The Supremes, The Shirelles, Martha and the Vandellas, The Ronettes, The Chordettes, The Marvelettes, The Crystals).  Asimismo, hacia finales de los ’60 y principios de los ’70, el mercado musical captó la necesidad de una mirada femenina o, mejor dicho, comenzó a historizar de manera paulatina el mundo que se resquebrajaba y se repreguntaba sobre aquellos grandes relatos que la modernidad había moldeado y aplicado a la perfección, al mismo tiempo que el boom de la minifalda y las pastillas anticonceptivas, daban el puntapié a que muchas mujeres comenzaran a estar en boca de ese mundo acostumbrado a que sólo se hablara de hombres. Fue así que surgieron los nombres de Joan Baez, Tina Turner, Grace Slick de Jefferson Airplane, Janis Japlin, Cass Elliot de The Mamas & the Papas y tantísimas más. Lo mismo ocurría con las mujeres del sur de nuestra América como Violeta Parra, Mercedes Sosa, Elis Regina, Rita Lee, María Bethania y Elsa Soraez, entre otras.

Lo que vino después con la escena punk y post-punk con Patti Smith, Blondie, Grace Jones y las Slits, dieron pie a voces nuevas que hablaban sobre estereotipos femeninos o de novios decepcionantes. La música y la actitud de The Slits fueron claves para que en los años ’90 se geste el movimiento feminista estadounidense, ligado a la escena alternativa Riot Grrrl.

Por su parte, hacia las postrimerías de la última dictadura cívico militar en nuestro país, e influenciadas por el pospunk, el rock  y la New Wave, las chicas comenzaron a hacerse visibles a través de las Bay Biscuits, Rouge y luego Viuda e Hijas de Roque Enroll, las Blacanblues, etc. hasta llegar a la actualidad con una abarrotada lista de mujeres músicas que no se encasillan en un género (Mariana Baraj, Natalia Politano de Sr. Tomate, Las Taradas, Rosario Blefari, Miss Bolivia, Sara Hebe, Malena D’Alessio, Nathy Peluso; etc.). Pasa lo mismo en las voces latinoamericanas de Rebeca Lane (Guatemala), Lila Downs (México), Totó La Momposina (Colombia), Natalia Lafourcade (México), Ileana Mercedes Cabra (Puerto Rico), Camila Moreno (Chile), Ana Tijoux (Chile), Ana Prada (Uruguay), la artista afro-nuyorriqueña de ascendencia puertorriqueña, Princess Nokia; las españolas La Ira, Gata Cattana, Bebe y Mala Rodríguez; la marfileña Fatoumata Diawara, la islandesa BjÖrk y tantísimas más desperdigadas por todo el planeta, porque ellas en sí mismas son el GÉNERO más inquietante y poderoso, son lucha y seguirán cantándole a todo lo que vaya en contra de sus derechos… porque después de todo, el canto de ustedes, es el mismo canto.

Por Javier Tucci, periodista puntaltense radicado en Buenos Aires. Nota publicada en la Revista Periodismo por Venir.

 

 

 

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