¿Qué es más doloroso, que tu padrastro abuse de vos o que tu madre crea que no es verdad?

Esa situación -más frecuente de lo que se piensa- es la que soporta hoy una adolescente de Punta Alta que, entre los 11 y los 13 años de edad, habría sido atacada por la pareja de su madre, tanto en la casa como en el lugar de trabajo del hombre, la Base Naval Puerto Belgrano.

El acusado, de 39 años, sigue detenido y en las últimas horas la Cámara Penal confirmó su prisión preventiva. Llegará al juicio en esa condición y afronta cargos que van de 8 a 50 años de prisión, por tratarse de un concurso real de delitos.

Del caso surge que la denuncia la presentó la preceptora de la escuela a la cual concurre la joven, quien no quería volver a su hogar.

Su madre decidió “no instar la acción penal”. No quiso denunciarlo.

De hecho, para la Cámara Penal, de la causa surgen datos que “influyen en la credibilidad” de los dichos de la madre, con lo cual su testimonio “no es confiable”.

Advirtieron que no solo es la pareja del acusado sino que tiene otros hijos con él. “Evidencia un interés en el caso”, dijeron los camaristas.

En consecuencia, para avanzar con la acusación tomó un valor vital la declaración de la chica en la cámara Gesell, que fue considerada espontánea y sin contradicciones, hecho que se vio reforzado por el informe psicológico y los relatos de la preceptora, una asistente social de la escuela y una tía de la víctima.

La cámara Gesell es una sala acondicionada -en nuestra ciudad funciona en Moreno 25-, que sirve para tomarle declaración a menores de 16 años que son víctimas de delitos -generalmente sexuales-, a fin de evitar su revictimización en un juicio oral y que puedan tener un relato sin presiones y espontáneo en un ámbito más íntimo y menos intimidante que una sala de audiencias como la de los tribunales.

Fuente: La Nueva