El concejal Sadi Octavio Gelos (IVR) reclamó el cumplimiento de la ordenanza 3443 que regula y controla el aceite vegetal usado (AVU).

El edil vecinalista recordó que la citada normativa “prohíbe el vertido de aceites y grasas luego de su primera fritura, solo o mezclado con otros líquidos, como así también sus componentes sólidos presentes mezclados o separados, con destino directo o indirecto a colectoras, colectores, cloacas, conductos pluviales, sumideros, cursos de agua, vía pública o el suelo”.

“Los aceites vegetales usados en frituras procedentes del sector gastronómico aportan problemas de salud y ambientales, son residuos que representan un impacto negativo para el medio ambiente porque su disposición en las cloacas dificulta el procesamiento de los efluentes, además de obstruir los desagües cloacales y pluviales o en pozos absorbentes produciendo la impermeabilización de los mismos”, señaló.

En este sentido opinó que “si se los dispone, recicla, y trata en forma adecuada, pueden utilizarse para otros usos, entre ellos, la elaboración de biocombustibles”.

“Existe el “Plan Bio” del organismo ambiental de la Provincia de Buenos Aires, cuyo objetivo es recuperar y reciclar el Aceite Vegetal Usado y al que el Municipio se ha incorporado de acuerdo a la Resolución 1/09”, indicó Gelos.

El concejal mencionó que “en la actualidad existen empresas que los recolectan y los reciclan convirtiéndolos en biodiesel con el fin de ser utilizados como combustible para diversos usos, disminuyendo la contaminación ambiental”.

“Estas empresas, mediante las firmas de convenios, posibilitan la no contaminación y además contribuyen con instituciones de bien público” y “que el esfuerzo conjunto entre diferentes actores públicos y privados debe formar parte de las políticas de integración en nuestro distrito”.

Insistió que “se hace necesario regular, desde el Estado municipal, la disposición final de estos residuos perjudiciales para la salud y el medio ambiente”.

“El aceite vegetal tiene un gran uso en los hogares, hoteles y negocios gastronómicos del distrito y la correcta gestión de los aceites usados de cocina pasa por su entrega a empresas gestoras autorizadas, donde tras los oportunos tratamientos se obtiene una materia prima para la producción principalmente del biodiesel, generando actividad económica y reduciendo la dependencia de combustibles fósiles”, resaltó.

Gelos resaltó que “si de forma inadecuada, los aceites usados de cocina se vierten por el fregadero o el inodoro, son una fuente de contaminación de las aguas, mar, río y pozos”.

“Como fuente de contaminación, un litro de aceite usado contiene aproximadamente 5.000 veces más carga contaminante que el agua residual que circula por las alcantarillas y redes de saneamiento y puede llegar a contaminar 40.000 litros de agua que es el equivalente al consumo de agua anual de una persona en su domicilio”, acotó.

Consideró que “si estos aceites son vertidos a la tierra destruyen la fertilidad del suelo y pueden contaminar aguas subterráneas, si se eliminan a través de alcantarillados o sistemas cloacales se adhieren a las paredes de los conductos produciendo con el tiempo la disminución del diámetro, de verterlos en lagos y lagunas forman una película impermeable en la superficie que impide la oxigenación”.

“La autoridad de aplicación de la presente, es el Área de Bromatología de la Municipalidad de Coronel Rosales”, destacó.

Luego denunció que “son muchos los vecinos del distrito, especialmente Pehuen Co, no ven el cumplimiento de la presente ordenanza” y que “preocupa la llegada de una nueva etapa estival y temen estar descubiertos en materia preventiva por parte del estado comunal”.