Argentina perdió bien contra una potencia, que termina desequilibrando individualmente y colectivamente. Siempre estuvieron bien parados y manejaron el partido.

Los primeros 25 minutos, Francia fue mucho más. La selección no encontró los espacios y el juego. Al sacar al “9” y tirarlo a Lionel Messi suelto de punta, no encontró el juego que propuso Jorge Sampaoli. El rival cada vez que atacó nos lastimó. Atrás no hicimos un buen partido. Kylian Mbappé cada vez que lo dispuso rompió por adentro y por afuera, fue la figura del partido.

En el mejor lapso nuestro (el cierre de la primera etapa y comienzo de la segunda), pudimos empatar y pasar al frente. Pero ellos rápidamente se toparon con la igualdad y el equipo albiceleste no pudo reaccionar hasta el cierre.

El rival manejo el juego y sacó a relucir los puntos débiles que nosotros teníamos y conocíamos. Francia fue muy superior, siempre estuvo mejor parado, achicó los espacios desde atrás y rodeó bien a Messi.

Si bien no podemos decir que fue un partido parejo, hubo siete goles, y en lo individual nuestro combinado tuvo condiciones para ir a buscarlo, nos pusimos 4-3 y en el último segundo lo pudo haber empatado.

Está claro que Francia lastimó con sus armas y nosotros no. Nunca pudimos poner en sector ofensivo a Messi, frente al arco, para poder desnivelar. El DT se volvió a equivocar en el planteo al no poner una referencia de área.

El equipo dio todo, otra vez. Pese a que nos ilusionamos, no supimos contrarrestarlos. Lamentablemente nos cruzamos con una potencia y nos quedamos afuera.

Por Horacio Schumacher, director técnico de categorías formativas en Villa Mitre.