En un nuevo capítulo de “30 minutos con PuntaNoticias” participó el ex arquero y actual director técnico profesional Diego Fernández.

La puntaltense, que tuvo una exitosa y extensa carrera, habló sobre sus vivencias en el fútbol, la pandemia del COVID-19, su familia, anécdotas, las amistades y mucho más, en una charla imperdible con el periodista Matías Domínguez (para verla ingresá al Instagram de PuntaNoticias).

La sección del portal de noticias se emite por Instagram Live, los martes y jueves, desde las 20.30 horas. Acá las frases más destacadas que dejó:

“Desde muy chico uno ha mamado el tema del fútbol en la familia, es algo que siempre convivió con nosotros. De muy chico uno inició la Escuelita de Fútbol en Sporting, después por esas cosas de la vida mi viejo (Esteban) consiguió trabajo en Villalonga. Ahí es donde uno empezó a jugar o mirar el fútbol como un medio de vida. Después tuve una prueba en Sporting y no se dio, cuando yo venía a estudiar Educación Física. Y a fin de año el “Sombra” (Rubén) González me dio la oportunidad de jugar en Rosario, que se jugaba un pentagonal de verano, donde me fue bien. Al otro año ya arranque mi camino en la Liga del Sur”.

“Siempre digo que uno le da valor a las cosas cuando pasa el tiempo, en el camino es el partido a partido, el semana a semana, el año a año de contrato, entonces uno no se da cuenta lo que ha hecho. Hoy que miras videos le das valor a que todo lo que uno hizo, el sacrificio valió la pena. Es como cualquier profesión o trabajo. Es muy importante hacer lo que a uno le gusta y lo que uno ama. Fue algo que hice con muchas ganas y felicidad, por eso sigo amando y sigo ligado al fútbol”.

“Ser director técnico en el fútbol profesional se hace muy difícil, primariamente tener la oportunidad de trabajar y una vez que tenés la oportunidad mantenerse. Yo he tenido la fortuna de apenas me retiré  Marcelo Fuentes me convocó para ser su asistente, en grandes equipos acá y en Colombia. Las posibilidades no abundan, hay que tener paciencia y capacitarse. La oportunidad no depende de uno, sino de un club o un dirigente que te la de. Hay que estar preparado para cuando a uno se la den no desaprovecharla”.

“Cuando me tocó dar el paso como asistente técnico empecé a darme cuenta que hay un montón de cosas que como jugador crees conocer, te da un baño de realidad. Cuando te sentas en el banco de suplentes te das cuenta que falta mucho por aprender. Jugué 20 años como profesional en diferentes lugares, llevó 10 años en distintos procesos y recién hoy me siento capacitado para ser cabeza de grupo y DT. Pasaron 30 años y recién hoy tengo la confianza, y así y todo me voy a equivocar, pero no es fácil. No es que dejas de jugar y te las sabes todas. Hay que capacitarse permanentemente. Conoces el ambiente, el vestuario a los jugadores, eso te hace que el camino del aprendizaje sea más rápido”.

“Vivimos en un exitismo en lo futbolístico y en la vida misma, estamos en la sociedad de la ansiedad. Lo veo en mis hijos, en la gente que me ha tocado dirigir. Queremos todo ya, todo rápido y eso hace que se tomen muchas determinaciones apurados, que se tomen atajos que no te llevan al lugar que te puede llevar el hacer las cosas bien pensadas. Nosotros desde el lugar que estamos tenemos que ser responsables y demostrar que la vida no es así, no es la vida del triunfo, la que nos quieren mostrar, sino por mejorar cada uno día a día. Hacerles entender que uno es la misma persona cuando gana y cuando pierde. Yo jugué hasta los 39 años y hasta el último día aprendí cosas”.

“Soy un agradecido de mi carrera, obviamente hubo grupos que me marcaron  como todos en los ámbitos laborales. Villa Mitre guardo un cariño muy especial porque me catapulto. El ascenso a Primera con Olimpo guardo un recuerdo imborrable. También la gente de Perú que me trató bárbaro. Cuando te vas afuera del país sos extranjero y en ese momento me trataron muy pero muy bien”.

“Las amistades es lo más importante. Yo sé que hoy si tengo un problema y levanto un teléfono en cada parte del país hay un amigo, tengo puertas para golpear. Lo que te deja el fútbol es eso, además de la enseñanza de manejarse bien y de ser buena persona, humilde, a la larga te recuerdan por eso. La satisfacción más grande es que te recuerden por eso y no por un título o una atajada”.

“El de arquero es un puesto muy ingrato, lo único que tenés atrás es la red, cuando te patean una falla es un gol en contra. Es un puesto de mucha presión, imagínate ahora con el exitismo que existe cada vez más complicado. Hay que trabajar mucho en lo emocional. Hoy hay chicos de 20 años que maduran mucho más rápido y tienen muchos conocimientos antes, que los que teníamos nosotros en otra época. Es ensayo a prueba y error. A pesar de eso, un arquero hasta los 28 o 30 años no está maduro. Imaginate los goles que te tienen que hacer. El que logra hacerlo antes es de elite y explota en otros lugares”.

“Franco Armani vivió conmigo en Central Córdoba de Rosario, él era el tercer arquero y yo titular, un chico de 18 años. Después inicia su carrera en Deportivo Merlo pero el explota en Colombia, después de varios años en Atlético Nacional, le llevó un tiempo ser el Armani que es hoy”.

“Con mi viejo estoy muy contento que después de su paso extensivo por Sporting ha encontrado en Villa Mitre un lugar donde lo quieren mucho. Sé cómo es él y lo que da por su trabajo, me llena de orgullo y más en un club que yo quiero tanto. Y Darío (hermano) es una grata sorpresa que se apasione tanto por la formación en un país donde hay mucho por hacer y se puede crecer mucho. Veo que tiene un mensaje claro y directo, también tiene todas las armas y condiciones. Nacimos en un lugar donde se respiró fútbol desde el primer día y que cuando tuvimos uso de la razón ya mi viejo dirigía. Es un orgullo que los tres Fernández sigamos ligados al fútbol”.

“Yo he jugado poco en la ciudad, pero siempre digo que soy puntaltense. La verdad te tengo que ser honesto recién por periodistas como vos, muchos deportistas puntaltenses estamos siendo reconocidos como quizás antes no. Hay muchos que han hecho cosas muy importantes, que quizás no han recibido su reconocimiento. En el caso de Argentina hay que ser nacionalista y en el caso de Punta Alta bien puntaltense. Hay que tratar de llevar el nombre de la ciudad a lo más alto, a través de la persona que sea y darle el reconocimiento que merecen. Lo mismo pasa con los equipos. Me dolió cuando Rosario no se pudo mantener en el Argentino “A” o Sporting en el Federal “B”. Porque uno sabe lo que cuesta. Sería un orgullo para todos y una posibilidad muy grande para los futbolistas. Yo siento mucho orgullo de ser de Punta Alta, soy el mismo que se levantaba a la mañana ahí en Florida 69, y cruzaba el campito. Si algún día tengo la suerte de crecer en la profesión voy a seguir siendo el mismo”.