La justicia condenó en las últimas horas a un sujeto acusado de seguir vendiendo droga mientras cumplía arresto domiciliario en nuestra ciudad por otra causa.

Se trata de Pablo Pelaitay (32), alias “Papos”, hallado penalmente responsable del delito de tráfico de estupefacientes con fines de comercio por dos hechos cometidos el año pasado.

Además, le unificaron la pena con otra anterior, por lo que deberá cumplir 8 años y 10 meses de prisión.

El pasado 30 de junio, a Pelaitay le encontraron 43 ladrillos de marihuana, en su casa del barrio Centenario.

“Papos” había sido condenado en marzo de 2021 a la pena de 4 años y 8 meses de  prisión por el delito de tenencia de estupefacientes con fines de comercialización, aunque durante la pandemia le habían otorgado el arresto domiciliario por ser insulinodependiente, según se informó.

Esa medida la había incumplido en febrero pasado, aunque por su problema de salud le habían otorgado nuevamente el beneficio.

Fuente: La Nueva