Hay instantes que pueden modificar el transcurso de la vida para siempre. Existen distintas formas de asumir la realidad. Pero la pasión te puede llevar a la superación. Esta es la historia de Leonardo Sarraúa un verdadero ejemplo.

“Soy amputado femoral derecho por encima de la rodilla. A los 22 años tuve un accidente en moto. Me quebré el fémur, estuve casi dos meses internado, ocho días en coma, me agarró un virus intrahospitalario y me tuvieron que amputar de urgencia”, relató.

Pero rápidamente agregó “después de eso empecé a ir a fisioterapia en el Hospital Naval Puerto Belgrano, quería volver a caminar tramitando la prótesis. Una vez que la tuve, que la fui a buscar a Buenos Aires, seguí yendo a fisioterapia al HNPB pero volvía muy amargado. Veía que no tenían conocimiento en cómo ponerme la prótesis. Yo tampoco sabía nada era todo muy nuevo”.

“Hasta que conocí a un muchacho en Bahía Blanca, en una ortopedia, que te enseñaba a caminar, Mario López. Iba tres veces por semana a aprender a caminar. Nos enseñó y salí caminando primero con un bastón y hoy en día ya sin él”, afirmó Leo.

“Esto fue en el 2011, hoy tengo 29 años y estoy próximo a cumplir 30. El que me llevó al club Discapacitados Unidos Bahienses (DUBa) fue Mario. Arranqué a jugar y no tenía silla de ruedas”, recordó.

Y añadió “la que tenemos que utilizar tiene que tener las medidas de cada uno. Yo empecé con una prestada, acá Gustavo D'Ángelo justo en ese momento estaba haciendo sillas y me prestó una. Más o menos era de mi medida. La usé un tiempo hasta que uno de mis compañeros del club se compró una nueva y me prestó la de él”.

“Después la empresa Oiltanking me ayudó a comprar una nacional, que bueno hoy en día ya está viejita pero igualmente la uso y compito con esa”, disparó.

La competencia. “Cuando empecé a jugar, estábamos en Tercera categoría. Ese año salimos campeones en el club Comercial y ascendimos a Segunda. Desde ahí hasta el año pasado siempre peleamos en la final pero nunca logramos subir a Primera”, comentó, quien es papá de Josefina de 2 años.

“Este año el equipo cambió. Se fueron algunos jugadores. Fuimos a jugar a Rosario y perdimos. Ahora nos tocó en Bahía Blanca y también perdimos pero apostamos a seguir sumando jovencitos. Se han sumado muchos de 15 o 16 años y estamos peleando la permanencia. Los seis mejores de Tercera contra los que no clasificamos de Segunda. Sube uno y baja otro”, dijo el dorsal “5”.

El último fin de semana, en Velocidad y Resistencia de la vecina localidad, afrontaron la segunda programación del cuadrangular correspondiente al Torneo Nacional de Ascenso.

DUBa sumó dos derrotas, ante ADIAR de La Plata 53 a 36 y frente a CROL de Rosario 67 a 35. Además, lamentablemente perdió los puntos contra ADU de San Fernando por no contar con la cancha en condiciones para jugar.

Su día a día. “Me levanto temprano, tipo 6 de la mañana, voy a trabajar. Soy civil de la BNPB. Estoy viviendo sólo desde hace un tiempo y durante la tarde estoy con mi nena. Los días que entreno van variando porque no hay un lugar físico donde jugar, siempre estamos de prestado”, contó.

Y añadió “siempre vuelvo tipo 1 de la madrugada de Bahía Blanca, pero esto me encanta. Es un deporte que te sirve para despejarte, para estar saludable. Está buenísimo. Me gustaría que se sumen los chicos de Punta Alta que tengan alguna discapacidad motriz”.

“Yo afortunadamente tengo un auto, me encantaría llevarlos y acercarlos para que vivan esta experiencia si les gusta. Después los días que entrenemos los llevaré no tengo ningún problema. En el club hay varias actividades más. Hay Tenis, Bochas y varias más”, deslizó.

Un sueño. “Me gustaría que el día de mañana se pueda lograr acá en Punta Alta que tengamos algo de esto. Un club para la gente con discapacidad. Por ahí el discapacitado está un poco encerrado y no sale porque no hay nada. Estaría buenísimo”, comentó.

“Con el club conocí casi todo el país. Anduve jugando por todos lados. Está buenísimo conocer gente poder hacer amigos. Es lo mejor de todo esto”, sentenció Sarraúa.

Foto: Gente de Básquet y Guillermo Giagante